Con la confirmación por parte de Nintendo sobre la inclusión de un sistema de control parental en su Revolution nos encontramos con que, si no me equivoco, las tres consolas de nueva generación que estamos esperando van a contar con esta característica. Cada una a su manera, eso sí. Yo no estoy muy seguro de que sea la medida definitiva para evitar que los jugadores más pequeños echen sus partidas a juegos calificados para un público más adulto, pero creo que es otro paso más y en algunos casos hasta puede funcionar. Lo digo porque si hay padres que ni siquiera se preocupan por saber a qué dedican el tiempo libre sus hijos (en este caso a qué juegos tienen acceso) imaginaos si tienen que configurar una consola para que les deniegue el acceso a determinados contenidos. La medida me parece buena, lo que en mi opinión sigue faltando es educación/reciclaje o como queramos llamarlo tanto de padres a hijos como por parte de los propios padres.
Vía | CDRinfo
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