El ser humano puede ser maravilloso: la historia del kickstarter de 'Neverending Nightmares'

El ser humano puede ser maravilloso: la historia del kickstarter de 'Neverending Nightmares'
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El ser humano puede ser maravilloso. Aunque no siempre, claro. Que el mundo está repleto de mangurrianes que se merecen un golpe con un calcetín sudado. Pero la historia de hoy es de esas que te dejan con buen cuerpo, de las que me gusta contar de vez en cuando en lugar de hablar de ventas, características técnicas o el enésimo tráiler de un juego que se lanzará en breve.

La historia de hoy tiene que ver con 'Neverending Nightmares', un proyecto Kisckstarter lanzado por Matt Gilgenbach y que sondea el mundo de la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo a través de un juego de terror. Una propuesta diferente que buscaba 99.000 dólares para llevase a cabo.

Unas horas antes de que el tiempo llegase a su fin y para intentar impulsarlo al no estar llegando a la cantidad requerida, un backer de Brasil, Gabriel Pinto, decidió aumentar su donación anterior hasta los 95 dólares.

Pero en Brasil se suelen señalar los céntimos con una coma en lugar de un punto (como pasa en España y al revés de lo que pasa en Estados Unidos) así que cuando Pinto escribió "95,00," dólares el sistema lo cambió automáticamente a "9,500." dólares. En un santiamén el pobre Gabriel Pinto se había comprometido a donar un montón de dinero que no tenía.

Y lo peor de todo: gracias a su donación el proyecto había conseguido completar la ronda de financiación. Y en las normas de Kickstarter se especifica que uno no puede retirar una cantidad de dinero si haciéndolo afecta a la consecución de la meta del proyecto. Dicho de otro modo, de los 9,500. dólares que había puesto sólo podía recuperar una pequeña parte. La que no comprometiera la consecución del proyecto.

El pobre Gabriel empezó a contarlo en los comentarios y a pedir ayuda. No tenía ese dinero y desde luego no podía pedirle dinero prestado a sus padres para algo así. Y es aquí cuando el ser humano se vuelve maravilloso.

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Thomas Davis, otro contribuyente a la causa, conmovido por el problema de Gabriel decidió aumentar su apuesta y hacerlo nada más y nada menos que con 3.000 dólares. Así garantizaba que el proyecto seguía con el objetivo cumplido y Gabriel podría recuperar gran parte de su dinero. Un gran acto de bondad, pero lo mejor viene ahora.

Muchos otros backers, conmovidos por el gesto de Davis, hicieron lo mismo. Subieron sus donativos iniciales para que Thomas Davis y Gabriel Pinto pudieran bajar los niveles de los suyos hasta lo que habían donado al principio. De este modo se conseguía cerrar la ronda de financiación, se daba luz verde al proyecto y se demostraba que a veces, tras unos nicks rimbombantes y la valentía para perder el respeto que otorga el anonimato de internet, se puede encontrar a personas comprometidas.

Gilgenbach, el creador del juego, alucinado con todo lo que había pasado en las últimas horas se ha declarado encantado de estar asociado con unas personas así de grandes. De hecho y para agradecer a Davis y Pinto sus contribuciones asegura que considerará la opción de nombrar a los personajes principales Thomas y Gabrielle.

¿A que ha sido mejor y más interesante que hablar de ventas y pullitas de una compañía a otra?

Vía | Joystiq Más Información | Kickstarter

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