Análisis de Yakuza 6: el juego que marca el futuro de la saga no es el que supera a todos los anteriores

Análisis de Yakuza 6: el juego que marca el futuro de la saga no es el que supera a todos los anteriores

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Análisis de Yakuza 6: el juego que marca el futuro de la saga no es el que supera a todos los anteriores

Después de haber picoteado la saga durante años y haber disfrutado de ‘Yakuza 0’ como un crío con zapatos nuevos, las ganas que le tenía a ‘Yakuza 6’ no eran ni medio normales. Tampoco lo es el regusto amargo con el que me toca hablar de él, consciente de que supone un gran paso adelante pero, en busca de un nuevo apartado gráfico, deja atrás parte de su esencia.

Es lo que tienen los cambios, que nunca acaban de contentar a todo el mundo, pero la diferencia con ‘Yakuza 6’ es que se me ocurren muchas cosas que podrían haber mejorado un conjunto que, por momentos, parece mucho más vacío de lo normal. Es la base sobre la que se apoyarán los juegos que están por venir, pero ni de lejos el techo de lo que ya teníamos.

Qué es Yakuza 6 y por qué debería importarte

Para aquellos que no conozcan la saga o qué esperar de este ‘Yakuza 6’, estamos ante la última entrega de la historia de Kazuma Kiryu, un miembro de la mafia japonesa que, tras retirarse y saldar cuentas con casi todo lo que se le ha cruzado desde que apareciese en PS2, ahora quiere vivir una vida tranquila, pasar por la cárcel para evitarse problemas y dejar atrás el reguero de sangre que lleva a sus espaldas.

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Las cosas no salen como esperaba y, tras tres años entre rejas, llega a casa para descubrir que su protegida ha desaparecido tras convertirle en abuelo y hay otra familia de la Yakuza que quiere buscarle las cosquillas. Vuelta a las calles para intentar averiguar qué ha sucedido, pasar el rato en busca de minijuegos, entrenar para conseguir nuevos movimientos, vivir situaciones de lo más inverosímiles y, especialmente, repartir ostias como panes.

Los primeros minutos se encargan de ponernos en situación y, aunque no conozcas nada de la saga, entre cinemáticas y fichas de personajes puedes hacerte una idea de lo que te has perdido hasta el momento. Como buen juego japonés que es, las primeras horas son sin duda las más duras, con cinemáticas que se alargan de forma innecesaria, y escasa libertad para intentar comprender qué es lo que el juego tiene guardado para ti.

Superado ese trámite inicial, el juego acaba siendo una carrera hacia adelante en el que tú decides el ritmo. Si sigues avanzando en la historia o prefieres quedarte un rato más explorando, peleando o completando misiones secundarias, es cosa tuya. Así que dependiendo de la intención con la que lo cojas, es uno de esos juegos que puede durarte semanas.

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La puesta al día de la saga Yakuza

La gran baza de ‘Yakuza 6’ está en su actualización gráfica. Creado desde cero con PS4 en mente, el salto de calidad es más que evidente y va más allá de lo detallado de sus personajes o las zonas por las que paseas. De hecho, lo más importante sea probablemente el abandono de los instantes de carga entre luchas. Ahora basta con cruzarse con algunos pandilleros para empezar a soltar tortas, sin presentaciones o pausas que hagan más pesada la tarea de ir por ahí ajusticiando maleantes.

El cambio también ha acabado afectando al combate en sí mismo, que ahora nos tiene dando golpes a diestro y siniestro sin tener que enfocarnos en un personaje en concreto. Con ragdoll en las físicas de los enemigos, eso supone que una patada voladora mande por los aires al que tenemos enfrente y, de rebote, este se lleve también por delante al grupo que tiene detrás.

Para aquellos que nunca se hayan acercado a la saga, pueden imaginar estas secciones de pelea como una suerte de brawler hipervitaminado. Como si ‘Streets of Rage’ fuese un juego 3D y pudieses pegar con una vara de metal a tu oponente mientras una cinemática se encarga de enfatizar lo mucho que le debe estar doliendo el estómago a ese enemigo.

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Acciones como esa, un vendaval de situaciones que van desde tirarle una bici encima a alguien hasta clavarle una navaja en la barriga (y hundirla aún más con un posterior rodillazo), son una de las señas de identidad de la saga. Tanto a la hora de combatir como de ver esas secuencias finalizadoras, ‘Yakuza 6’ es uno de esos juegos que resultan tremendamente satisfactorios.

Da gusto entrar en la enésima pelea del día porque siempre acaba siendo un pasatiempo divertido. Especialmente cuando una pelea que ha empezado en la calle se acaba colando dentro de una tienda, con objetos volando por los aires y la cabeza de algún pobre desgraciado estampada en el mostrador.

Los golpes bajos de Yakuza 6

Y sin embargo es justo ahí donde ‘Yakuza 6’ empieza a flaquear. La variedad de finalizadores es menor que en otras entregas y, en busca de una aparente mayor seriedad, también son menos locas y más monótonas. Lo mismo ocurre con el combate, que abandona los distintos estilos de lucha de ‘Yakuza 0’ para centrarse aquí en uno sólo. Uno que, por acabar de rizar el rizo, no podremos mejorar con un entrenador (sólo a base de puntos de personaje), ni aprovechar en combates de arena.

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En es máxima de “lo de antes pero con un par de tazas menos”, se cuelan también una lista de minijuegos notablemente inferior, misiones secundarias más breves, que la historia sea un monográfico de Kazuma, que entre su plantel de personajes se deje atrás a compañeros clave de la saga, la falta de armas más allá de lo que puedas rapiñar del suelo…

Hasta las dos ciudades por las que paseas, a kilómetros de lo que PS4 ha demostrado hacer con los mundos abiertos, parecen meros escaparates. De nada me sirve tener siete calles cruzándose entre ellas si, a la larga, todo lo interesante se concentra en una de ellas y el resto no son más que pasillos casi vacíos y sin opciones de entrar a los edificios.

El juego intenta compensar esa falta con la inclusión de un minijuego de clanes en el que ir invocando personajes para que se peleen con bandas rivales. Una suerte de MOBA en el que el núcleo es un jefe final, y tus tropas van desde pandilleros con granadas hasta estrellas de la lucha libre nipona. Espectacular por el hecho de poder invocar un centenar de personajes para que se peleen, y entretenido por el hecho de ir buscando nuevos miembros para tu banda, pero excesivamente fácil cuando le coges el truco.

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Un sistema de progresión muy gratificante

Pese a todo ello, ‘Yakuza 6’ se las apaña para ponerse al día y brillar con nuevas ideas. La del sistema de progresión es sin duda mi preferida, y es que con distintos puntos que van desde fuerza hasta encanto, conseguiremos mejorar la estadísticas del personaje y desbloquear nuevas acciones o potenciadores.

La buena noticia es que esos puntos se ganan con todo lo que hagas en el juego, desde pelear hasta cantar en un karaoke. Las más entretenidas de todas son las que te tienen paseando por distintos restaurantes en busca de la combinación de comida perfecta y, para aquellos que busquen algo más que ver magníficos platos, la que implica pasar tiempo en el gimnasio superando distintos minijuegos.

El colofón a ese sistema está en los objetos especiales. Cacharros y prendas que puedes encontrar por ahí o comprar en las tiendas y te permitirán potenciar más ciertas habilidades y estadísticas. El chaleco que reduce el daño de las balas, la foto que mejora tu posibilidad de encandilar a azafatas. Un componente más para todos aquellos que quieran exprimir el juego al máximo y encontrar todos sus coleccionables.

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Una lástima que, con la intención de querer aprovechar todo eso, la única solución que da el juego sea tener controlado donde reaparecen los enemigos (hay una manzana en Hiroshima en la que fácilmente puedes saltar de una pelea a otra de forma indefinida).

La opinión de VidaExtra

Entiendo que la sensación que puede dejar este análisis es la de estar ante un título menor y, ojo, esa es una afirmación que hay que coger con pinzas. Hay pocos juegos en PS4 que sean tan entretenidos y completos como este ‘Yakuza 6’, pero es que ‘Yakuza 0’ es uno de ellos, y además le pasa la mano por la cara en no pocos aspectos.

Si te quedaste con ganas de más tras ese, ‘Yakuza 6’ puede ser una buena opción, pero no mejor que la de esperar a ‘Yakuza Kiwami 2’. Si eres seguidor de la saga y estabas esperando como agua de mayo el lanzamiento del último capítulo del Dragón de Dojima, no veo razones para que no lo acabes disfrutando. Lo único que debes tener presente es que, muy probablemente, ‘Yakuza 6’ no se convertirá en tu entrega favorita.

A favor

  • Combates muy gratificantes
  • Lo descacharrante que puede llegar a ser su historia
  • Un juego enorme que invita a ser devorado

En contra

  • Su historia puede hacerse algo lenta en algunos tramos
  • Se echa en falta una mayor variedad de minijuegos y acciones
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